viernes, 28 de agosto de 2009

LAS PLAQUETAS EN LA ALTURA

Las plaquetas se adhieren para formar coágulos


Plaquetas en la Sangre

LAS PLAQUETAS DISMINUYEN AL ASCENDER A LA ALTURA

Los trombocitos o plaquetas:

Son células de 3 u (micras) de diámetro, que se encuentran en la sangre. Son irregulares, sin núcleo ni otras organellas. Tienen una vida media de 7 a 10 días. Tienen gran importancia en la coagulación sanguínea por su capacidad para agregarse unas con otras en respuesta a diversos estímulos. Forman coágulos gracias a que poseen gránulos de sustancias activadoras de la coagulación. Su cifra normal oscila entre 150 000 y 400 000 por mm3.

Cumplen con un papel muy importante en la coagulación. Para ello forman nudos en la red fibrina, liberan substancias importantes para acelerar la coagulación y aumentan la retracción del coágulo sanguíneo.

Las plaquetas desempeñan un papel fundamental en la hemostasis y son una fuente natural de factores de crecimiento. Estos factores de crecimiento han mostrado jugar un papel importante en los procesos de reparación y regeneración de tejidos conectivos. Otros factores de crecimiento producidos por las plaquetas y asociados a los procesos curativos incluyen: factor de crecimiento básico del fibroblasto, factor de crecimiento-1 asociado a la insulina, factor de crecimiento del epitelio, factor de crecimiento del hepatocito y el factor de crecimiento del endotelio vascular.


El número de plaquetas disminuye (Trombocitopenia) cuando se asciende a la gran altitud:

Gray, 1975 estudió 14 hombres, encontrando una caída del número de plaquetas en 7 % después de dos días a 2900 msnm. Luego de dos días adicionales a 5370 msnm la reducción fue de 25 % en comparación con los valores de control, pero después de 8 días de permanencia el número de plaquetas subió hasta un nivel solo 7 % por debajo del nivel de base.

Esta reducción del número de plaquetas se confirmó en diversos experimentos en ratas. Birks 1975, encontró una discreta disminución de las plaquetas durante los primeros 5 días de hipoxia; considerando que el tiempo de vida de las plaquetas en roedores es solo de 4 a 5 días, uno puede asumir que la disminución del número de plaquetas no es por destrucción.

La trombocitopenia parece deberse a una disminución del número de plaquetas debido a la hipoxia.

La trombocitopenia en la gran altitud, a pesar de ser de menor magnitud, en algunos aspectos es análoga a la disminución del número de las plaquetas sanguíneas que se presenta en los buceadores sometidos a descompresión. En esta situación la trombocitopenia está asociada con la formación de burbujas asintomáticas, que pueden causar la adherencia plaquetaria a ellas. Aunque no se ha establecido bien este postulado de agregados burbuja-plaquetas, parece que se formarían microémbolos que serían filtrados por la red vascular pulmonar.

En sujetos con hipertensión pulmonar significativa y en casos de edema agudo pulmonar de altura, la movilidad electroforética de las plaquetas está disminuída. Sin embargo, no se han reportado anormalidades ultraestructurales en las plaquetas. Además se han encontrado intactas la membrana plasmática, la capacidad para formar pseudópodos y la habilidad para la degranulación.

(Basado en Man at High Altitude, D. Heath)

Dr. Aquiles MONROY

martes, 25 de agosto de 2009

LOS GLÓBULOS BLANCOS EN LA ALTURA

Formación de globulos blancos, rojos y plaquetas

LOS GLÓBULOS BLANCOS EN LA ALTURA SON NORMALES

Los leucocitos o glóbulos blancos:

Los leucocitos (también llamados glóbulos blancos) son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que intervienen en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos (antígenos). Se originan en la médula ósea y en el tejido linfático.

Los leucocitos son células móviles que se encuentran en la sangre. Son los representantes hemáticos de la serie blanca. A diferencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), no contienen pigmentos, por lo que se les califica de glóbulos blancos.

Son células con nucleo, mitocondrias y otras organellas celulares, capaces de moverse libremente mediante pseudópodos. Su tamaño oscila entre los 8 y 20 μ(micras). Su tiempo de vida varía desde algunas horas, meses y hasta años.


Clasificación:

Según la forma del núcleo se clasifican en:
-Linfocitos
-Monocitos
-Segmentados, que a su vez por sus características tintoriales se clasifican en: Neutrofilos, basófilos, acidófilos.


Los leucocitos o glóbulos blancos en la altura son normales como en el nivel del mar:

Según Hurtado, 1964 los nativos de altura en Los Andes tienen los glóbulos blancos (leucocitos) así como la fórmula leucocitaria normales en comparación con los habitantes a nivel del mar .

Las concentraciones de leucocitos varían durante el día, de día a día y en respuesta a amplios rangos de estímulos fisiológicos. Por ejemplo el calor y la radiación solar que son frecuentes en la altura pueden causar leucocitosis (Kennedy 1936), la radiación ultravioleta puede causar linfocitosis (Wintrobe 1974), la hipoxia aguda puede ser causa de leucocitosis (Cress 1943).

También se ha reportado que en los primeros días de arribar a la altura se puede desarrollar algún grado de leucocitosis acompañado de linfopenia y eosinofilia (Verzar 1952).


El ejercicio intenso en la altura puede provocar leucocitosis aguda:

El ejercicio intenso puede ser causante de leucocitosis a predominio de segmentados y linfocitos. En maratonistas que corrieron más de 26 millas se encontró valores de leucocitos mayores a 20 000 por mm3, demorando varias horas en retornar a la normalidad.

Esta leucocitosis está más en relación a la intensidad del ejercicio que a la duración de éste.

También se ha notado que las náuseas y vómitos frecuentes en el soroche agudo estarían relacionadas con la leucocitosis.

(Basado en Man at High Altitude, D. Heath)

Dr. Aquiles MONROY

domingo, 23 de agosto de 2009

LA GLUCOSA EN LA ALTURA

Ciclistas frecuentes en Ticlio a 4818 msnm

Ticlio, más de 4800 msnm., a 3 horas de Lima, ruta obligada para nosotros


LA GLUCOSA EN SANGRE AUMENTA EN LA EXPOSICIÓN AGUDA Y DISMINUYE EN LA EXPOSICIÓN CRÓNICA A LA ALTURA :

Williams (Mountain Medicine and Physiology, 1975) reportó que después de ascender de nivel del mar a 3,500 msnm, las personas mostraron un incremento de sus niveles de glucosa en sangre a valores de 115 a 135 mg/dl. Así mismo Singh (Intern. J. of Biometeorology, 1977) estudiando la glucosa en soldados encontró que a las dos semanas de arribar a la altura los niveles en sangre se elevaban. Sin embargo esta elevación solo persistía por 10 meses pero después, por dos años seguidos los niveles de glucosa en sangre fueron significativamente menores que los valores iniciales a nivel del mar.

Otros autores también reportaron caídas de los niveles de glucosa una vez las personas se encontraban a 3800 msnm. Y ya a las tres semanas de exposición. (Blume y Pace 1968).

También existen muchos estudios que demuestran que los nativos de altura tienen niveles de glucosa en sangre disminuidos en comparación con los del nivel del mar (San Martín MS. 1940, Calderón R. 1965, Garmendia F. 1970).


El uso de la glucosa en los nativos de altura está incrementado:

Hay una disminución del glucógeno hepático. Esta reducción es probablemente una de las razones por las cuales los test de tolerancia a la glucosa no producen elevaciones tan altas en los nativos de altura como si lo hacen en los oriundos del mar. La síntesis de glucógeno sería estimulada por los bajos depósitos de éste y esto removería rápidamente el exceso de glucosa de la sangre.

En animales de laboratorio expuestos en forma crónica a grandes altitudes hay un incremento de la glicogénesis en el hígado, músculos y miocardio.


La sensibilidad a la insulina parece estar incrementada a gran altura:

Williams encontró elevaciones de la insulina en personas que fueron llevadas a 3500 msnm. Así por ejemplo los niveles de insulina a nivel del mar de 19 uU/ml se elevaron a 21 uU/ml a los 4 días del ascenso y cayeron a 14 uU/ml a los 5 días del retorno anivel del mar.


La incidencia de Diabetes Mellitus es baja en comparación con el nivel del mar:

A nivel del mar infinidad de autores mencionan una prevalencia mayor del 5% siendo considerada como una de las enfermedades màs frecuentes del adulto.

Diversos autores encontraon una menor incidencia de diabetes mellitus en la altura, como Singh 1977, en soldados himalayas en la India, Así mismo en el Perú como los Drs. Monge, Zubiate, Garmendia y Seclén confirmaron dicha afirmación.

Nosotros estudiando una población cautiva de 88 600 personas (Monroy A., Patología de la Altura 1997, Concytec), encontramos una prevalencia de 0.16 % en esa población cautiva a más de 3500 msnm; siendo más frecuente en mujeres: 78%, del tipo II (DM no insulinodependiente): 90.4%. Las circunstancias del hallazgo fueron: con síntomas clásicos 46.1%, en exámenes preoperatorios 15.4 %, en exámenes rutinarios 15.4% y el resto en otras circunstancias.

Por lo menos 6 mecanismos explicarían esta menor prevalencia de la diabetes mellitus en la altura: El retardo de la absorción de la glucosa, incremento de la síntesis de glucógeno (glucogénesis), dismunuición de la glucogenólisis, incremento de la sensibilidad a la insulina endógena, disminución de la sensibilidad al ACTH endógeno y un incremento del uso de la glucosa.


La diabetes mellitus no es un impedimento para la actividad deportiva en la altura:

Una noticia del 26 de mayo del 2009 muestra al alpinista vasco con diabetes mellitus tipo I desde los 23 años, Josu Feijoo continúa demostrando que la diabetes es una enfermedad compatible con el sueño de conquistar The seven Summits. En esta ocasión, el alpinista ha logrado trasmitir, con la ayuda de los sistemas de telemedicina de Roche, desde la cima de la Pirámide de Carstensz (Indonesia, 4884 m) sus valores de glucosa con el objetivo de estar controlado en todo momento por su equipo médico.

Pero esta vez su viaje contó con un incidente extra: él y sus compañeros de expedición fueron retenidos por un grupo de insurgentes indonesios en una mina de oro, donde permanecieron 48 horas amenazados con armas y sin comer. “Finalmente fue la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien a través de la embajada en Yakarta pudo intervenir para la liberación”, cuenta Josu.

A este vitoriano de 44 años sólo le falta el Aconcagua (6962 metros), en América del Sur, para completar Las Siete Cumbres: los picos más altos de los siete continentes. Ya tiene el McKinley (6192), en América del Norte; el Elbrus (5642), en Europa; el Everest (8848), en Asia; el Monte Vinson (4897), en la Antártida; el Kilimanjaro (5895), en África, y la Pirámide de Carstensz (4884), recientemente en Oceanía.

Josu Feijoo, también fue la primera persona con diabetes del mundo en escalar el Everest y en conseguir andando el Polo Norte y el Polo Sur Geográficos.

(Basado en Man at High Altitude, D Heath y Perfil de la Diabetes Mellitus en la Altura de A. Monroy)

Dr. Aquiles MONROY

jueves, 20 de agosto de 2009

TIEMPO DE VIDA DE LOS GLÓBULOS ROJOS



NI LA HIPOXEMIA NI EL TRASLADO A NIVEL DEL MAR MODIFICAN EL TIEMPO DE VIDA DE LOS GLÓBULOS ROJOS

El hombre que vive en las grandes alturas tiene un grado de policitemia fisiológica definido como un mecanismo de adaptación. Ya se ha establecido la relación entre el grado de policitemia y el nivel de altitud en este blog en el artículo ADAPTACIÓN A LA ALTURA Y LA HEMOGLOBINA .

A medida que se incrementa la altura disminuye la saturación arterial de oxígeno y aumenta en la misma proporción la hemoglobina. La reducción de la presión parcial del oxígeno en el aire inspirado determina una baja de la saturación arterial de oxigeno constituyendo el estímulo para la mayor producción de hematíes y hemoglobina.

Sin embargo hay un límite de la respuesta hematológica a la hipoxemia. Cuando el grado de esta hipoxemia es extremadamente severa se observa una depresión de la eritropoyesis.

El efecto estimulante de la hipoxemia en la altura está restringido solamente a los elementos de la serie roja, no alterándose los leucocitos y plaquetas.


Tiempo de vida de los hematíes (glóbulos rojos) de nativos del llano trasladados a la altura:

Estudios realizados por C. Reynafarje en sujetos nativos del nivel del mar que fueron trasladados a Morococha marcando glóbulos rojos con radioisótopos encontró que la longevidad de estos hematíes era entre 111 a 121 días.

En sujetos nativos de La Oroya encontró que el tiempo de vida de los hematíes era de 107 a 117 días indicando que la hipoxia crónica no modifica el tiempo de vida de los hematíes en vista que los hallazgos estaban dentro de lo normal.


Tiempo de vida de los hematíes (glóbulos rojos) de nativos de la altura trasladados a nivel del mar:

En nativos de Morococha a quienes se les trasladó a nivel del mar las curvas de supervivencia de los hematíes se hallaron dentro de los límites normales.

No existe pues un incremento de la destrucción de los glóbulos rojos en los sujetos con policitemia trasladados a nivel del mar donde la tensión del oxígeno es normal.

Solamente existe un mecanismo de menor producción. Estudios de los lugares de secuestración y destrucción de hematíes han demostrado que los sujetos de la altura que bajan a nivel del mar la destrucción se realiza en igual proporción que en los sujetos normales a nivel del mar tanto en el bazo como en el hígado.


Soroche crónico y tiempo de vida de los glóbulos rojos a nivel del mar:

Incluso en los casos de personas con soroche crónico donde el exceso de hematíes es mucho mayor (ERITROCITOSIS EXCESIVA) que en los nativos normales de la altura el tiempo de vida de los hematíes es normal. Esto corrobora la observación frecuente en sujetos con soroche crónico a nivel del mar en quienes se ha demostrado lentitud en el proceso de disminución de la masa de glóbulos rojos y en quienes la masa sanguínea llega a su mínimo aproximadamente a los tres meses.


Incremento de pigmentos biliares en sujetos de la altura que bajan al llano:

Se han revisado también los hallazgos en algunos nativos de la altura que bajan a nivel del mar en quienes se encontró un incremento del urobilinógeno fecal (signo de mayor destrucción hemática). Se ha explicado que no todo el urobilinógeno ni la bilirrubina proviene de la destrucción de glóbulos rojos. Parte de los pigmentos provendría de otras fuentes al parecer de un exceso de grupos heme producidos por el hígado que al no ser utilizados para la síntesis de hemoglobina son catabolizados dando origen a la formación de pigmentos.

Este exceso de grupos heme en sujetos que bajan a nivel del mar, se debería a que su síntesis de hemoglobina está muy disminuída debido a la depresión de la eritropoyesis y la demanda de grupos heme por consiguiente estaría también diminuída.

(Basado en Adaptación a la Grandes Alturas de C. Reynafarje H.)

Dr. Aquiles MONROY

miércoles, 5 de agosto de 2009

ANDINISMO MÉDICO


Socios del Club en un ascenso al Anticona 5100 msnm (colaboración de José L. Diaz)

EL CLUB DE ANDINISMO MÉDICO “LOS ANDES” DE LA OROYA

El 14 de setiembre de 1984 un grupo de personas de La Oroya, a 3730 msnm, luego de un entrenamiento de 4 semanas en La Oroya realizaron un ascenso al monte Anticona (5100 msnm), cerca de Ticlio. El grupo estaba conformado por algunos profesionales de La Oroya que querían mejorar su condición física cardiovascular y otras con condiciones patológicas derivadas de problemas coronarios que querían terminar su rehabilitación cardíaca.

El entusiasmo inicial partió del maestro Dr. Emilio Marticorena que en sus años de jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Chulec y como corolario de sus investigaciones médicas siempre impartía la filosofía de “la trascendencia que en el poblador tiene la altura, la misma que puede ser utilizada en beneficio del hombre antes que ser considerada un factor limitante”.

Así en este ascenso inicial se acordó oficializar el Club de Andinismo Médico “Los Andes” de La Oroya, con sede en el Hospital de Chulec de La Oroya. El Club consiguió su reconocimiento por el Instituto Peruano del Deporte el 11 de mayo de 1987 siendo director nacional el Sr. Tomas Pinna.

El primer presidente fue el Dr. Emilio Marticorena por muchos años, luego el Ing. Hugo Contreras Sotil en 1991 y el último el Dr. Aquiles Monroy desde 1992 hasta su extinción en 1998.
Gerentes de Centromin Perú y Directivos del Club de Golf de La Oroya con el Dr. Marticorena
Local del Club "El Refugio"


Durante la permanencia de Centromin Peru en La Oroya hasta 1997, apoyó sustancialmente al Club que tenia como miembros iniciales médicos, ingenieros, empleados de dicha empresa y con los años socios de varias partes del mundo llegando a tener 223 socios acreditados. Centromin otorgó al Club a través de su alta gerencia un local en el antigua cancha del Club de Golf de La Oroya. A este local lo llamábamos con cariño “El Refugio”, donde se realizaban las asambleas iniciales. Nuestro reconocimiento a los Ing. Juan Pino Patiño y Jesus Ortiz V. gerentes de la época. Los cambios políticos y en la administración en La Oroya, no permitieron mantener este local ni el apoyo posterior.

Recordamos de los años 80 y 90 los ascensos anuales al Anticona, al Meiggs, a las alturas de Mayupampa, También las caminatas por los cerros de La Oroya con la participación semanal de 25 a 30 socios quienes todos los miércoles partíamos del Hospital de Chulec y trepando por los cerros salíamos por el pueblo El Porvenir y llegábamos al Hotel Inca. Son muy recordados los caminantes más veloces como el Ing. Teótimo Camarena, Aurelio Falcón que junto con el Dr. Emilio Marticorena llevaban siempre la delantera, también a Elizabeth Salas una entusiasta farmacéutica que fue nuestra secretaria por años. Y como no recordar a los entusiastas doctores Roberto García, Carlos Díaz, Fernando Acosta, Aquiles Monroy, Raul Noli, a las Srtas. Vilma Gil, a Víctor Meza, Alfredo Galeno, Manuel Garay, María Esther Chavez, Martha Rojas, Esther Valentin, Jorge Velit, Rosa Gonzales, Vilma Hilario, César Ortiz, Augusto Ramos, Javier Vega y muchísimos otros socios que mientras estuvieron en La Oroya mantuvieron el espíritu del Club y la filosofía de cuidar la salud mediante las caminatas aprovechando los beneficios de la altura en el sistema cardiovascular. Como no recordar también al Ing. Hugo Contreras Sotil, quien hacía todos los esfuerzos para llegar a la hora de partida de la caminatas y transportar a los socios.

Y los ascensos de grupos de pacientes coronarios post operados en Lima, que como parte final de su rehabilitación coronaria, venían a La Oroya traídos por el Dr. Marticorena y hacían el ascenso al Anticona en Ticlio sin ninguna complicación en su salud.

En fin durante su existencia el Club de Andinismo Medico “Los Andes” de La Oroya contribuyó a desmitificar el temor a vivir en las alturas, a visitar la altura, a la actividad física moderada en la altura y a hacer conocer el rol que juega la altura en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades coronarias y del mantenimiento de la salud.

Dr. Aquiles MONROY