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martes, 5 de noviembre de 2013

LA VIDA MINERA A INICIOS DEL SIGLO XX

LA VIDA MINERA EN EL CENTRO DEL PERÚ A INICIOS DEL SIGLO XX. UNA VISIÓN UCRÓNICA
      Vagamos noche y día sobre burladas huellas, como vagaron los abuelos, rebeldes, y como vagarán los nietos de los nietos sobre las mismas huellas ¡sin saberlo…!
Augusto V. Ramírez MD OHP

PRESENTACIÓN.
Este escrito, y los siguientes, lleva el propósito de conjeturar en nuestra imaginación la ucronía fusionada desde crónicas orales y memorias escritas del inicio de la etapa moderna la minería en estas las porfiadas tierras de nuestros Andes centrales. Cometidos, nos situamos en nuestra heredad a la distancia de un siglo, comencemos por retroceder hasta el año del señor de 1 913, días en que la minería del centro del Perú inicia su despegue tecnológico. Para entender en qué entorno socio-ambiental germina este desarrollo, visionemos cómo era esta tierra hace 100 años recreando las maravillas de paisajes y vida en la antigua minería cerreña primero para luego intentarlo con su metalurgia que comienza en Smelter y sigue en La Oroya, amén de recorrer sus antiguas minas. La perspectiva es aprovechar los recuerdos de gentes que vivieron entonces y que tuvieron el mérito de plasmar esas realidades en escritos muchos, para beneplácito de nuestra generación y de las próximas afortunadas que se asienten en estos hermosos y controvertidos parajes pues, un pueblo que recuerda, es un pueblo que vive.
Posicionarnos en estas realidades supone abstraernos de este nuestro presente, por tanto es necesario olvidarnos de la tecnología actual representada por ejemplo por teléfonos de cualquier tipo y más aún los celulares, por la radio, por la televisión, las PC, los satélites, las vías asfálticas, los trenes a fuerza diesel y por esos enormes ómnibus de dos pisos, pues hace 100 años todo esto aún era un futuro incierto y no cuentan en este periplo ucrónico de inicios del sXX. Les propongo iniciar el recorrido acercándonos a ese ombligo de la minería peruana que fue el Cerro de Pasco, ubérrima zona, hoy un tanto venida a menos, estigmatizada.
LLEGANDO AL CERRO DE PASCO DE 1 913
Conjeturemos un ferrocarril a vapor que surca nuestras cumbres andinas, volutas de humo arisblanco incluidas, con mucha fuerza pero cansino. Para llegar desde Lima al Cerro de Pasco es menester estar ya en La Oroya adonde hemos llegado con el flamante y ya admirado Ferrocarril Central que habíamos tomado en la recién estrenada Estación de trenes de los Desamparados de Lima, construida en 1 912 sobre la antigua Estación del Ferrocarril Central de Callao al Cerro de Pasco y concebida por el arquitecto peruano Rafael Marquina. Abordamos a las 6 de la madrugada y en el maravilloso marco de ascenso primero a las sierras limeñas y luego a las juninas, cabalgamos sobre paralelas líneas de acero dormidas sobre maderos fuertes e indolentes que, a tramos, ora desafían enormes quebradas para unir dos montañas a modo de puentes fabulosos e increíbles -los conocidos Puente de las Verrugas y Puente del Infiernillo por muestra- ora, figurando protegernos de alguna malhadada tempestad, ingresan a innumerables túneles de ensueño concebidos para salvar distancias y alcanzar rápido el punto más alto del mundo para un ferrocarril: Ticlio 15 000 pies sobre el nivel del mar (psnm, un sí digo: aún no se usa el metro por una cuestión de imperios) cosas del ingenio humano para lograr cruzar los altivos Andes centro-occidentales por el abra de los cerros de Anticona y de Meiggs, orgullosos de sus nieves perpetuas. Ya el Sol ha pasado su meridiano y tocamos la tierra de La Oroya a las dos en punto de la tarde, tren inglés, hora inglesa, eso era norma.
Como nuestra meta es el Cerro de Pasco, a esa hora tenemos que abordar otro novísimo tren, el llamado ‘Ferrocarril del Cerro de Pasco’ que a la sazón ha sido construido entre los años tres y comienzos del cuatro, pero que recién se abre al tráfico de cerreños, oroínos y limeños el 28 de julio 1904, ceremonia oficial incluida.
En aquellos días la línea La Oroya-Cerro de Pasco tiene un recorrido de 82 millas, aparte del ramal “Goyllarisquisga”, que se extiende desde Vista Alegre hasta las minas de carbón así llamadas: “Goyllarisquisga”, porque es allí es el lugar donde, poéticamente cuenta una leyenda Inca, “una estrella cayó” tal como lo alude esa voz quechua. Este ramal tiene una longitud de 26 millas, pero hay un segundo ramal que va desde de Alcacocha a Quishuarcancha con 10 millas adicionales, mas este último no es para el tráfico público, sino exclusivamente para transportar carbón desde las minas a Alcacocha y materiales para las minas en construcción de Quishuarcancha.
Por los hermosos parajes de la vía principal del “Ferrocarril del Cerro de Pasco” diariamente transitan trenes mixtos, es decir trenes que conducen pasajeros y cargas. Además un bien equipado tren de pasajeros conecta en La Oroya los lunes, miércoles y viernes con los trenes del Ferrocarril Central del Perú hacia Lima y retorna de la Oroya al Cerro los días martes, jueves y sábado.
Como decía al inicio en este relato no cuenta el tiempo, por tanto vivamos ucrónicamente este paseo a bordo de este histórico ferrocarril camino al Cerro de Pasco, viaje que por lo demás es un regalo para la vista y el espíritu: Salgamos de la Oroya para ascender a contracorriente la margen derecha del aquí sereno valle del rio Mantaro, extrañamos sí, la mágica visión de los futuros pueblos amurallados de Amachay, Chulec y Mayupampa -aún proyectos en calenturientas mentes metalúrgicas- con todo, el valle igual nos depara hectáreas de verdes cármenes naturales. Crucemos el majestuoso Mantaro frente al pintoresco villorrio de Antahuaro, antes conocido como Tilarnioc, y trepemos a fuer de vapor para alcanzar la mayor altura de esta vía en la Cima de Wye. De aquí adelante nos instalamos en esa gran planicie que es la Meseta del Bombón atravesando la inmensa Pampa de Junín y al tomarla, la velocidad del convoy aumenta súbitamente y ahora en rápida sucesión pasa, bello, el memorable campo de la batalla de Junín, única batalla en el mundo moderno donde no se dispara un solo tiro y donde se iniciara la consolidación de nuestra independencia hace ya 90 años, desfila luego el pueblo de Junín y su famosa Chinchaycocha, enorme, quieta, translucida, bella. En la orilla opuesta se divisa, tenue, el villorrio de los Óndores.
Ora ya estamos en Carhuamayo, con sus muchas casitas andinas típicas; llamas y algunas ovejas despistadas, adornadas, cruzan a pequeños brincos las líneas. Hacia las 5 pm dejamos Carhuamayo e iniciamos el ascenso al cerro del Inca y he aquí que a nuestra infatigable contemplación se presentan, breves, las titilantes luces del pueblo de Fernandini y por fin en el horizonte, la “Smelter” que tocamos cinco minutos después. El tren se detiene en la bien iluminada estación, frente a nosotros en vista plena el establecimiento industrial con esos sus grandes hornos devoradores de rocas y forjadores del preciado metal y que pocos años después devendría en la Gran Fundición de La Oroya, que tanto ha contribuido a la prosperidad de nuestro Perú.
Salgamos de Smelter para media hora después por fin divisar que el Cerro de Pasco a lo lejos nos saluda tranquilo y sin sobresaltos. Al sol moribundo de esa tarde serrana nos apeamos del confortable coche quizá cansados pero felices a pesar del dolorcillo de cabeza, que un cocido de coca quita, y del aire frio de las montañas ubérrimas de nuestros Andes. Hemos ascendido hasta 14 208 psnm, nos sentimos gratos de haber llegado a destino sin contratiempos y complacidos de la oportunidad de iniciar este agradable periplo atravesando un rincón de estas nobles tierras de los juninos.
Consignemos aquí que, hoy, el Superintendente general de este Ferrocarril Oroya-Cerro de Pasco es el joven y competente ingeniero americano M. Wilcox, esposo de la señora belga María Luisa Guislain, extensamente vinculados a Lima y que, sin duda, muchos descendientes habrán de dejar en esta parte de la sierra peruana.
Pero curioso y amable lector seguramente habrás de preguntarte ¿y cómo era entonces el Cerro de Pasco adonde has logrado llegar aquella mágica tardenoche de 1 913? Pues bien aquí una brevísima visión de lo que en los meandros de los recuerdos queda, matizando los míos, ya precarios, con los que constan en anales de entonces redivivos eccum hic.
EL CERRO QUE NO CONOCÍ
Para no ir demasiado lejos, a tiempos del Inca o antes, determinemos iniciar esta ucronía abarcando sólo desde la colonización de los españoles, que otras habrían de haber. Conocido es que el Cerro de Pasco fue desde entonces afamado mundialmente por los enormes tesoros argentíferos que guardaba y guarda en sus entrañas. Decir: ¡Cerro de Pasco! fue siempre un rótulo sonoro, un nombre mágico, un País de Ensueño, así con mayúscula, donde la plata valía menos que el hierro, así proclamaba la leyenda que al popularizarse, adquiere visos de fábula. Por aquellos tempranos tiempos era la tierra predilecta de hombres valerosos, de hombres de férrea voluntad, tierra de hombres venidos al inicio desde las Españas, tierra en la que se conquista la riqueza en forma rápida, casi fulmínea. Se creía, y en efecto así era, que bastaba arañar un poco la corteza dura de esas montañas para que quedase a descubierto el argentino y deslumbrante metal. Esta es la leyenda de un pueblo, el Cerro de Pasco, que fama dio al Perú durante el coloniaje y después...
Se sabía del yacimiento minero del Cerro de Pasco desde los pre-incas, pero es en el virreinato cuando se confirma y explota. Precisamente por estos años de gracia la leyenda de Huaricapcha se difunde y por ventura está relacionada con el inicio de las ‘operaciones mineras’ en la zona. En 1 630 gobierna Jerónimo de Cabrera, el afamado Conde de Chinchón, quien es el portador de la buenanueva para las Españas: el descubrimiento del yacimiento de Yaricocha también llamado ‘Yacimiento mineral de Pasco’ en alusión al cerro donde se asienta.
LA LEYENDA
Y si de Huaricapcha hablamos, discurramos pues sobre la muy conocida leyenda referida al descubrimiento de las minas del Cerro de Pasco, hela aquí:
            Corría el año de nuestro Señor de 1 630, las propiedades de la hacienda de Santisteban de Yaricocha asientan en la vasta meseta del Bombón, cuyos escarpados forman una región agresiva de terrenos deslumbrantes por sus nieves, en los que hasta en el día más hermoso se advierte detrás del implacable cielo azul turquesa algo siniestro en los profundos silencios de sus inmensidades, allí los hombres pastorean el ganado, pues la mujeres, en esa aún sana pero lejana memoria, quedan atendiendo los fuegos del hogar.
Una imprevista mañana de aquel antiguo año, el pastor Santiago Huaricapcha, natural de esas soledades y treintañero él, muy de madrugada sale como cada día a pastar sus llamas por esos yermos parajes mágicos donde solía pasar su muelle vida. Mas el tiempo soleado de esa mañana de estío, al crepúsculo se torna amenazante, estamos a más de 15 000 pies snm y en poquísima brevedad las cerrazones ensombrecen el ambiente, se desencadena terrible ventisca y pronto amenazantes, pero benditos, copos caen. Santiago sabe que a la mañana siguiente temprano brillará el sol para derretir esa nieve y la tierra sedienta tomará el agua y ‘a de juro haberá más pasto’, piensa alegre que su ganado ganaría nuevas oportunidades de vivir a pesar de las borrascas y nieves. Mas ahora lo importante es protegerse de la nieve por lo menos hasta que amaine la braveza de sus cielos andinos. Pasan las horas y en el horizonte más viento que trae más y más nieve y en esa su visión sincrética se dice: ‘castigo de Apus, pues…!’ La tempestad creciente le confina dentro ese espeso e impenetrable arcano y no puede retornar.
Con la noche, el frío es aún más insoportable a pesar de su vestido de puna: manguillas, chullo, poncho y grueso calzón de bayeta, ese frío congelante le cala hasta sus intimidades. Temiendo congelarse, busca abrigo en la enormidad del erial, tan sólo necesita una caverna de las muchas que allí hay, ellas siempre le han protegido de illampu y Oh! salvación, encuentra una acogedora cueva, ingresa junto a algunas de sus llamas, las más pequeñas, claro, junta taquia, bosta, ichu y otros pastos secos que topa dentro, prende una fogata alrededor de piedras que le sirven para proteger el preciado combustible. Ya algo aliviado, saca coca de su huallqui y comienza a chacchapar atizando la fogata de cuando en vez. Pronto duerme impertérritamente a la espera de la mañana para regresar.
Amanece y con la claridad naciente del día inundando el entorno, Santiago observa desde lo alto que, ahora como siempre la nieve virgen había suavizado el contorno de los arroyos, senderos, zanjas y hondonadas en visión esquiva. Emocionado vuelve los ojos al hogar apagado y turulato no puede elucubrar explicación alguna para lo que veía: de las piedras del fogón nocturno, de esas frías y viejas piedras que la noche anterior le dieron forma a su hoguera cuelgan, longos y finísimos, hilos blancos y brillantes de textura tal que parecían delgadísimas lágrimas de piedra. Sobrecogido más que fascinado por esas formaciones, rápido, las llena en el huallqui para encaminarlas a don Juan José Ugarte, un rudo minero de aquella época. La tradición señala a Ugarte como un gambusino aventurero quien muy poco después de la visita de Santiago llega a ser un acaudalado minero argentífero, desde entonces muy reconocido por la Corona. Por supuesto, y como siempre sucede en estas tierras, de Santiago nunca más se supo. Así fue como, la leyenda dixit y yo sólo la burilo, se descubrió el mineral del Cerro de Pasco.
El beneficio de la plata en el Cerro de Pasco de estos tiempos iniciales, se hace a partir de pacos superficiales (mineral de plata con ganga ferruginosa) por amalgamación, el mercurio de Huancavelica está cerca. Así de fácil… Entonces, una caterva de aventureros y de hombres ansiosos de fortuna se lanza bien pronto a extraer las riquezas del afamado mineral y a la par que acuden unos y otros, se comienza a construir las primeras casas de la futura villa, casas que aún en este año de gracia de 1 913 existen y conservan todo el sabor de los tiempos en que fueron hechas.
Acaso este sea el inicio de las ubérrimas minas de plata del Cerro de Pasco, que al bien decir de la Corona española, agradecida, designa a la ciudad en el año 1 639 con el título nobiliario de “Ciudad Real de Minas” y hacia 1 771 como la “Distinguida Villa Minera del Cerro de Pasco”. Luego la República en 1 840 la distingue como la “Opulenta Ciudad de Cerro de Pasco”.
EL CERRO QUE AHORA PISO
El Cerro actual, 1 913, a pesar de la explotación casi continua de que ha sido objeto por trescientos y más años conserva toda la fuerza de su tradición. La ciudad no es, por cierto, una de las más atrayentes del Perú. A la vera de una montaña, el poblado comienza en la suave ladera de la colina y baja luego a la hondonada para comenzar a subir nuevamente el escarpado desnivel. Sus callejuelas angostas que se retuercen, o se quiebran súbitamente en ángulo recto, son agrupamientos de casitas con primitivos techos de paja que se apretujan y hacinan a lo largo de suelos pavimentados con grandes piedras relucientes y resbaladizas. El Cerro de Pasco es una villa que cuenta con más de tres siglos de vida, donde lo moderno apenas marca huella. La falta de agua potable la hace poco confortable para la vida pero, en cambio, su actividad comercial es grande. Cada casa es una tienda y todas hacen negocio; en algunas se puede descubrir artículos y objetos quizás mejores y más baratos que en Lima. En determinadas rúas es posible encontrar tambillos adornados con pequeñas mesas de madera que exhiben productos de panllevar papas, ocas, ollucos, algunas yerbas aromáticas traídas indudablemente de otros lares, otros exhiben los panes llamados ‘tantaguaguas’ en forma de muñecas, llamas y palomas, esto debido a que quizá estemos cerca a esa fiesta tan peruana de “Todos los santos”. Esta reseña no es una ficción, ni siquiera una hipérbole. No, simplemente es la realidad de estos parajes antes tan recónditos, hoy aquí patentes para el que quiera verlos, reales para el que quiera tocarlos.
Como corolario, señalemos una huella de la riqueza expoliada a esta querida tierra, de la que por cierto el Cerro de Pasco nunca supo: cálculos que se quedan cortos, consignan en 14 mil las toneladas de plata procesadas durante la Colonia, con un valor de 100 millones de libras esterlinas, no es necesario ser zahorí para conocer cuál es el valor actual de lo extraído por España de esta generosa tierra. ¡Ah, Cerro manta pacha!
Paremos aquí para labrar otras visiones específicas sobre estas certidumbres en las memorias de la minería del Centro del Perú, muchas de ellas idas qué duda cabe, y perfilar en este ámbito parte de la actividad minera desarrollada en estas tierras opulentas. Acometamos también manifestaciones socioculturales de esa época como sus almacenes que hoy aquí llaman “mercantiles”, sus hospitales, sus trenes, sus gentes con su afán de vivir inmersas en estos climas inclementes, ora montaraces ora níveos y aún así gente impávida ante su realidad.
REFERENCIAS:
1. Helguero PS. Viajando por la República. Imprenta La Moderna. Lima. 1917
2. Ministerio Energía y Minas Perú. Ingemet. Historia de la minería en el Perú. Capítulo 1. Disponible en: http.//sisbib.unmsm.edu.pe.
3. Fotografía del Cerro de Pasco: Blog “Cielo de Pasco” de Albert Estrella.
4. Imagen de Huricapcha: http://www.galeon.com/antología/muscerrena/huaricapcha.bmp


Nota del Editor: Nuevamente mis agradecimientos al maestro Dr. Augusto Ramírez por compartir con todos mis lectores una visión de cómo era la vida en la naciente minería moderna en el centro del Perú, donde tanto él, como nosotros hemos dado parte de nuestra vida al servicio de los trabajadores mineros trabajando a más de 3700 metros sobre el nivel del mar.
Aquiles Monroy MD



domingo, 18 de noviembre de 2012

SEMINARIO DE SALUD OCUPACIONAL EN HUANCAYO PERU


PRIMER SEMINARIO REGIONAL DE SALUD OCUPACIONAL
Los días 29 y 30 de noviembre 2012, en la ciudad de Huancayo, región centro del Perú, a 3200 msnm, se llevará a cabo el Primer Seminario Regional de Salud Ocupacional.
Es el primer evento académico de esta naturaleza en la región. El autor de este blog es el Presidente de la Sociedad de Salud Ocupacional del Centro, SOSOC y estamos organizando este Seminario con el soporte académico de la Sociedad Peruana de Salud Ocupacional SOPESO, la International Commission on Occupational Health ICOH, Colegios profesionales de médicos,  enfermeras e ingenieros de la región y universidades locales.
Amigos lectores del blog: Los invito a difundir este Seminario, que va a tener expositores de renombre nacional y regional. Si bien no es un tema espececífico de Medicina de Altura, se llevará a cabo en Huancayo a 3200 msnm y de todas maneras hay que evaluar el tema de la altitud.
Mi agradecimiento al Dr. Raul Gomero de ICOH, Dr. John Astete de SOPESO, Dra. Rosita Falconí, Dra. Armida Rojas del CMP y a todos los médicos e ingenieros que están participando en este Seminario.

Disfruten una "chonguinada" , baile típico de Huancayo


viernes, 6 de julio de 2012

IV CONGRESO PERUANO DE SALUD OCUPACIONAL 2012 TRUJILLO - 15-17 agosto



Trabajador minero en las alturas de Puno




SE DISCUTIRAN LOS EFECTOS DE LA ALTURA EN EL TRABAJADOR




Del 15 al 17 de agosto del 2012 se llevará a cabo el IV Congreso Peruano de Salud Ocupacional, en la ciudad de Trujillo.

Además de los temas de Salud Ocupacional en general, donde participarán ponentes internacionales, por primera vez y formalmente se discutirán temas relacionados al trabajador en la altura, que en el Perú aproximadamente 8 millones de personas viven encima del los 2500 metros.

El Dr. Augusto Ramírez, dilecto amigo, maestro y colaborador de este blog, participará en una Mesa Redonda haciéndonos conocer sus investigaciones sobre la Antropometría del trabajador minerometalúrgico de la Altura.

El autor de este blog Aquiles Monroy y el Dr. Raul Gomero, presidente peruano de la International Commission on Occupational Health - ICOH, discutirán sobre la Aptitud para laborar en grandes Alturas, compartiendo su experiencia laboral y estudios al vivir y trabajar en las grandes alturas.

Personal médico de nuestro Centro Médico Chulec de La Oroya participará con varios temas libres.

Éxitos en este Congreso y felicitaciones a la Sociedad Peruana de Salud Ocupacional SOPESO dirigida por nuestro apreciado amigo John Astete.

Para detalles del programa e inscripciones visitar:







Trujillo, ciudad a 560 Km. al norte de Lima



Ciudadela de barro de Chan Chan a 5 km. de Trujillo. 600-700 d.c.


¡¡ LOS INVITAMOS A VISITAR TRUJILLO a 560 Km al norte de Lima !!



En el mes del Perú (Día de la Independencia 28 de julio 1821), comparto con ustedes, el baile nacional: La Marinera, cuya cuna precisamente se encuentra en trujillo:


http://www.youtube.com/watch?v=eWW903SFJXE



Aquiles Monroy MD

sábado, 25 de junio de 2011

ANTROPOMETRIA DEL TRABAJADOR DE LA ALTURA





ANTROPOMETRIA DEL TRABAJADOR MINERO DE LA ALTURA

“El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son y de las que no son en cuanto no son”.
Protágoras de Abdera 458-411 a.C.




Mineros en la altura



Augusto V. Ramírez, American College of Occupational and Environmental Medicine.

Antropometría es la ciencia que trata de las medidas del cuerpo humano principalmente las que se refieren a su tamaño, al tamaño de sus segmentos, formas, fuerza y capacidad de trabajo y es una de las bases fundamentales de la ergonomía. Ergonomía es una técnica de aplicación práctica, interdisciplinaria y fundamentada en investigación científica, cuyo objetivo es la optimización integral de los sistemas Hombre-Máquina compuestos por uno o más seres humanos que realizan una tarea cualquiera con ayuda de una o más máquinas. “Máquina” aquí es un término genérico aplicado a todo tipo de equipos, herramientas, máquinas industriales propiamente dichas, vehículos, computadoras, electro-domésticos, etc.
En este contexto la ergonomía usa los datos antropométricos para diseñar espacios de trabajo, herramientas, equipo de seguridad y protección personal considerando las diferencias entre las características, capacidades y límites físicos del cuerpo humano. Actualmente los estudios ergonómicos están orientados al control de los riesgos laborales originados por la no adaptación de los equipos de trabajo a las medidas del ser humano, se sigue que la antropometría es la determinante de las condiciones ergonómicas y por tanto los estudios antropométricos deben referirse a una población específica, de ahí nuestro interés por conocer las medidas de la población trabajadora andina.
Los antepasados de nuestro actual hombre andino han vivido a más de 4 000 msnm no menos de 10 000 años, hábitat que supone ante todo condiciones hipóxicas de sobre vivencia. Esta larga permanencia en las cumbres andinas les ha llevado a una aclimatación exitosa y tareas que demanden esfuerzo físico vigoroso o actividad intelectual las realizan con igual eficacia que un trabajador del llano.
La población peruana actual es mestiza y étnicamente está constituida por diferentes grupos: nativos (45%), mestizos-nativos con ancestros de europeos (37%), blancos (15%), negros, japoneses, chinos y otros (3%). A pesar de la predominancia de nativos y mestizos nativos, son muy escasos los estudios antropométricos del trabajador peruano y menos de nativos andinos que constituyen la población laboral mayoritaria en la minería del Perú.
Nuestras poblaciones nativas andinas han sido estudiadas desde el siglo XIX, al principio fueron antropólogos y biólogos y luego los fisiólogos. El interés aún hoy es grande por que el continente americano desde su descubrimiento representa, en el real sentido de la palabra, un "mundo nuevo" poblado muy recientemente por hombres provenientes de Asia que cruzaron el estrecho de Behring en grupos pequeños.
Vellard, citado por Spielvogel sostiene que América se pobló en sucesivas migraciones y mediante olas de dos grupos de poblaciones. Unos se asentaron circunvecinos al lago Titicaca por lo que les llama Paleoamerindios “Láguidos” y cuyos descendientes actuales son los Uros. Al otro grupo, Neoamerindios, Vellard los divide en Altiplánidos y Ándidos. Los Altiplánidos, Kollas, forman el Tiahuanacu, hablan el Aymará y se asientan en la hoy Bolivia. Los Ándidos, más al noroeste forjan el imperio Inca e imponen el Quechua como lengua. Al final y como resultado de estos inicios migratorios ambas poblaciones andinas permanecen aisladas en la altiplanicie de sur América hasta bien entrado el milenio anterior, cuando los Incas inician su expansión llegando primero a tribus circunvecinas, luego a toda la región andina, a la franja costera de Sudamérica e inclusive a parte de nuestra selva amazónica.
Muchos de los estudios en nativos del ande peruano realizados desde fines de s. XIX demostraron ya que, su perímetro torácico y la capacidad de sus pulmones eran mayores que los del hombre del llano. Otro punto interesante y significativo es su menor talla respecto del habitante de la costa. La explicación aceptada es que la menor talla está relacionada con una maduración retrasada mientras que el aumento del perímetro del tórax y la capacidad pulmonar resulta de una adaptación funcional a la difícil respiración en nuestra gran altura, mecanismo adaptativo que por cierto sería diferente del nativo de otras alturas como las del Himalaya.
Por estas cuestiones de adaptación el hombre andino tiene un modelo somático diferente al H. sapiens del llano, pues la necesidad de residir en la altiplanicie andina le lleva a desarrollar características propias que le permitan vivir en esas condiciones ambientales particulares. El ambiente andino, y el tiempo, le han dejado entre otras huellas, la amplitud del tórax, la forma del tronco y su talla. Respecto a definir quiénes son los adaptados a vivir en los Andes, grandes fisiólogos peruanos del hombre de altura con Monge Medrano en primer lugar, han sentenciado “Nuestra experiencia nos ha llevado a plantear que la óptima calidad de aclimatación a ‘las alturas habitables’ se encuentra en nativos indígenas, apegados a su estilo de vida ancestral”.
Siendo diferente como es el hombre andino, fundamental es conocer literalmente cuánto mide. Pero entonces nosotros, peruanos y mineros conocemos cuánto mide en el amplio sentido de la palabra el hombre de nuestros Andes? Indudablemente cualquier respuesta queda corta y por eso nuestra investigación en un grupo representativo de trabajadores minero-metalúrgicos de los andes centrales del Perú pretende desvelar, en medida inicial, estas interrogantes lo que nos servirá de guía para aplicar un sistema ergonómico básico.
Nuestro estudio de carácter observacional y prospectivo lo realizamos con protocolo propio en el Departamento de Medicina Ocupacional y en los hospitales mineros de Cerro de Pasco, Casapalca, Morococha y Yauricocha de la Empresa Minera del Centro del Perú S.A., en el lapso 1 984 - 1 994. Como resultado de esta investigación conocemos ahora las magnitudes de las líneas antropométricas fundamentales y los parámetros ergonómicos de mayor significado para el trabajador minero nativo de los andes centrales del Perú. Confirmamos, además de la conocida amplitud de su tórax, que en el grupo de 21 a 60 años la talla promedio es de 158.4 cm. y que su peso está en el rango de 50.4 a 71.5 K. Estos hallazgos nos permitirán, entre otras cosas, adecuar la máquina a nuestros trabajadores, mejorando así sus condiciones de labor. Sin embargo el campo de investigación ergonómica en el trabajador de altura aún es vasto.



DESCRIPCION DEL ESTUDIO
El estudio se desarrolló en el lapso 1 984 - 1 994 en el Servicio de Salud Ocupacional de CENTROMIN PERU, La Oroya y en 4 de sus hospitales mineros. La evaluación la iniciamos en 1 984 y fue realizada concomitante al examen médico ocupacional que a cada uno de los trabajadores se le practica periódicamente de acuerdo a la ley de minería. El año de 1994 la concluimos.



RESULTADOS









Diámetros y Perímetros usados



DISCUSIÓN
Desde la época colonial, el Perú es un país minero por antonomasia y la minería es su actividad industrial básica. Las operaciones mineras se encuentran ubicadas entre 3 000 y 5 000 msnm, zonas denominadas por cuestiones fisiológicas como de las grandes alturas. Por tanto quien trabaja en minería es el hombre andino, es decir el ser humano adaptado a vivir en condiciones fisiológicas diferentes del humano del llano.
La minería tradicional peruana que en su mayor parte data de minas y laboreos coloniales se ubica, sin ser excluyente, en los departamentos de Junín, Cerro de Pasco, Huancavelica, sierra de Lima, Ancash, y en menor grado La Libertad, Arequipa, Puno y Cuzco, zonas que a su vez en la altiplanicie delimitan al grupo étnico quechua diferenciándolo del grupo aymará que vive más allá de los 3° 30’ de latitud sur y del grupo quechua-mestizo, cuyo hábitat está más acá de los 9° 31’ de latitud sur en los departamentos neo-mineros de Cajamarca y Piura, que tiene mayor proporción de mestizaje con blanco español.
A pesar que la minería es la primera contribuidora al PBI peruano, para cuidar la salud de los trabajadores mineros no tenemos Tablas Antropométricas establecidas, que nos ayuden a afrontar los desafíos ergonómicos que la nueva etapa de la modernidad del trabajo ha comenzado a plantearnos desde el último cuarto del siglo pasado principalmente en lo referido a evaluación o diseño de puestos de trabajo, y más, hoy en día ya no cabe ninguna duda que estas Tablas son el método más preciso para conocer las dimensiones corporales de un grupo humano.
Por estas premisas en el Perú tenemos necesidad apremiante de investigar, actualizar o complementar las medidas antropométricas de nuestra población laboral en general, pues hasta hoy para tomar alguna decisión ergonómica o inclusive fisiológica, nos basamos en tablas antropométricas que “estiman” las dimensiones del cuerpo de nuestros trabajadores "derivándolas" de tablas de poblaciones extranjeras.
Nuestra investigación privilegia una visión holística del problema frente a datos sueltos del hombre de altura estudiados fragmentariamente por diversos autores, principalmente fisiólogos, que por necesidad de su investigación deben valorar algunos parámetros aislados.
Los resultados de nuestro estudio confirman los datos de Frisancho, Campos e Iglesias y puntualizan, entre otras magnitudes, que el trabajador minero de los Andes centrales del Perú mide en promedio 158.4 cm. con valores extremos (VE) de 151.2 y 169.5, tiene un peso medio de 58.7 Kg. (VE = 50.4 y 71.5), que su perímetro torácico en inspiración forzada va de 99.7 a 108.6 con una media de 105.3 centímetros y que su perímetro craneal tiene un promedio de 56.08 cm., valores concordantes con otros estudios peruanos dispersos y con lo encontrado por Santolaya y Blume en trabajadores andinos de Chile.
Y aunque no es objetivo del estudio, si comparamos nuestros resultados, con los de poblaciones masculinas de trabajadores del llano de otros países encontramos diferencia en las dimensiones antropométricas pues éstas son mayores que los de nuestra población andina, es más, sucede igual con poblaciones laborales que pudiésemos tener como similares, colombianas o mejicanas por ejemplo, por lo que nuestros datos concuerdan con anatomistas y fisiólogos peruanos estudiosos del hombre andino.



CONCLUSIONES:
La caracterización antropométrica fundamental del trabajador minero andino resalta sus dimensiones propias, que lo hacen ser de un modelo humano diferente.
Estos resultados obligan a realizar investigaciones integrales en el campo de la antropometría y ergonomía del trabajador peruano a fin de mejorar su calidad de vida por una mejora efectiva de sus condiciones de trabajo.
El estudio debería ampliarse a todos los grupos nativos y residentes de las grandes alturas en asentamientos mineros y no mineros.



BIBLIOGRAFIA
Consultar el artículo original en Anales Facultad Medicina:
A. V. RAMÍREZ, Antropometría del Trabajador Minero de la Altura. An Fac Med Lima 2006; 67(4). Lima.



AGRADECIMIENTO
A mi ex empresa CENTROMIN PERU S.A. por el apoyo incondicional en la realización de esta larga investigación. Igualmente, y no menos importante, el agradecimiento a mis recordados maestros doctores Federico Má A. y César Mayor B. (†) y en fin, a todos y cada uno de mis compañeros de trabajo en CENTROMIN, en el Hospital de Chulec y en el Departamento de Medicina de Ocupacional, La Oroya
.



Augusto Ramírez en trabajo de campo

martes, 14 de junio de 2011

Cuzco 20-22 Julio 2011 Jornada Internacional de Salud Ocupacional

CUZCO DEL 20 AL 22 DE JULIO DEL 2011



PARTICIPA DE ESTA JORNADA MEDICA A 3400 m. y APROVECHA PARA CONOCER LA CAPITAL DEL IMPERIO DE LOS INCAS EN EL PERU EN EL AÑO DEL CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU




INFORMES:

http://www.sopeso.org/
www.creatimaster.com/sopeso_index.php

Escribe a: jornada.sopeso@creatimaster.com



Fortaleza de Sacsayhuaman, a un paso del Cuzco a pie,"vigilando la ciudad"

Plaza de Armas del Cuzco

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miércoles, 1 de junio de 2011

VALORES LIMITE UMBRAL (TLV) DE EXPOSICION A TOXICOS EN LA ALTURA


AUGUSTO V. RAMIREZ AGURTO MD.MO


Tenemos el alto honor de publicar en este blog, un resumen de uno de los tantos trabajos de investigación realizados por el Dr. Augusto V. Ramírez Agurto, uno de los Patriarcas de la Medicina Ocupacional en el Perú, quien actualmente es Consultor de Salud Ocupacional de la Clínica los Fresnos y de Angloamerican MSA, en Cajamarca.
El Dr.Augusto Ramírez se tituló como médico cirujano en 1968 en la Universidad de San Marcos con CMP 00564, como especialista en Medicina del Trabajo en las Universidades Cayetano Heredia, Sao Paulo de Brasil, Histadrut Tel Aviv de Israel y California, Texas y La Florida en los Estados Unidos con RNE 1836.
Ha laborado desde 1968 en Centromin Perú en los Hospitales de Chulec, Casapalca, Morococha, en el Servicio de Medicina Ocupacional hasta 1995 y de 1996 hasta el 2000 en el Hospital Southern Perú de la Fundición de Ilo y del 2001 al 2009 como Director de Salud Ocupacional de la Minera Yanacocha.
Es portador de una gran experticia profesional en Salud Ocupacional, Medicina del Trabajo, Salud Ambiental, Toxicología Ocupacional, Salud Pública y Saneamiento Ambiental, siendo miembro de muchas sociedades médicas del Perú y de USA. Ha publicado un libro, es coautor de dos y de 55 artículos de las especialidad en revistas nacionales y extranjeras.
Por ello nos honramos de ser uno de sus discípulos y tratamos de emular en algo el ejemplo que deja y guía a muchos médicos del Complejo Metalúrgico de La Oroya y del Perú.

Aquiles Monroy


EXPOSICIÓN TOXICOLÓGICA EN LAS GRANDES ALTURAS: ¿ES NECESARIO CORREGIR LOS VALORES LÍMITE UMBRAL DE EXPOSICIÓN A TÓXICOS?
AUGUSTO V. RAMÍREZ. MD.OH

Anales Facultad de Medicina San Marcos: An Fac Med Vol. 72, Nº 1, 2011

INTRODUCCIÓN


Responder la pregunta del título implica primero establecer qué se entiende por “Gran Altura” en fisiología, y luego revisar los estudios actuales en fisiología de la gran altura y compararlos con los de nivel del mar para sopesar si acaso son diferentes. Como tercer punto es necesario considerar si el habitante de la gran altura posee algunas características físicas y fisiológicas aclimatativas que lo pongan en mejores condiciones para realizar un trabajo físico o mental a esos niveles.
1. Qué es Gran Altura.
Los fisiólogos puros han determinado que la cota desde la cual se debe considerar Altura es 3 000 metros sobre el nivel del mar (msnm) pues a partir de allí, entre otras razones, la PO2 en el aire traqueal comienza a disminuir a menos de 100 Torr, nivel que en la cascada de oxígeno es crítico. Consideran Gran Altura a partir de 3 600 msnm y definen los niveles de altitud según la siguiente relación:



En toxicología ocupacional respiratoria de la altura se considera como punto crítico aquel nivel a partir del cual la respuesta ventilatoria a la hipoxia hipobárica implica mayor riesgo y esto es así desde los 2 500 msnm (8000 pies), pues si bien los estudios fisiológicos puros definen el nivel crítico de respuesta compensatoria a los 3000 m, la mayor parte de ellos, sino todos, han sido realizados en condiciones de hipoxia aguda y con aire sin contenido tóxico; mas lo que sucede ante una mayor demanda de energía en periodos prolongados de exposición toxicológica en meses o años aún no ha sido suficientemente dilucidado.
HIPOXIA HIPOBÁRICA
Etimológicamente Hipoxemia es la disminución del oxígeno en la sangre causada por la Hipoxia, disminución del oxígeno en el aire, que en este caso y por ser causada por la disminución de la Presión Barométrica -PB- se llama Hipoxia Hipobárica. Se ha determinado que problemas médicos y enfermedades relacionadas con la altura se presentan ya entre 1 500 y 2 000 msnm, pero son más frecuentes entre 2400 y 4 300. La Tabla 1 presenta los valores de presión atmosférica en Torrelios por nivel de
2. ¿ES LA FISIOLOGÍA HUMANA EN LA GRAN ALTURA DIFERENTE A LA DEL NIVEL DEL MAR?
Revisemos lo investigado: Chiodi, 1 957, halla aumento del 39% en la ventilación pulmonar de no aclimatados recién llegados desde el nivel del mar a 3 990 m y del 47% si suben a 4 515 m. El estudio incluye a ya aclimatados a alturas superiores a 4 990 msnm, quienes también incrementaron su ventilación hasta en 29%.
En nuestros Andes, investigadores peruanos del hombre a la altura como Monge Medrano, Hurtado, Velásquez, Rotta y más actuales los de E. A. Marticorena, C. Monge Casinelli, J. Cruz Jibaja, F. Leon-Velarde, R. A. Gamboa en los andes centrales, así como A. Frisancho en Puno y la escuela boliviana estudiando al andino de ancestro quechua, quechua-Aimara y Aimara respectivamente y encuentran variaciones en los aspectos fisiológicos y anatómicos de aclimatización del hombre a la altura respecto al llanero condicionadas por la hipoxia hipobárica los que se resumen en el Cuadro 1.
EL HOMBRE DEL ANDE
Estudios del nativo del ande peruano demuestran que posee mayor perímetro torácico y capacidad pulmonar, así como menor talla que el hombre del llano. Las explicaciones aceptadas para estas diferencias indican que son respuestas de aclimatización: la menor talla se relaciona con maduración retrasada; el aumento del perímetro del tórax y de la capacidad pulmonar resultan de la adaptación funcional a la difícil respiración en la gran altura andina, mecanismos por cierto diferentes del nativo de otras grandes alturas como las del Himalaya donde la corrección va más a la compensación por aumento de la frecuencia respiratoria.
En general, los estudios han demostrado que, las variantes anatómicas y fisiológicas respiratorias decisivas para la aclimatización a la altura son: el aumento de entre 12 y 15 % del perímetro torácico y del 20% en la capacidad vital forzada, la que al corregirse por talla llega al 40%.
TÓXICOS RESPIRATORIOS: TLVs Y ALTURA
En el aire la concentración de un químico se mide en partes por millón (ppm) o en peso por metro cúbico (mg/m³). La relación de las moléculas de un tóxico con las moléculas del oxígeno no cambia por las variaciones en la presión barométrica, por tanto su concentración en un volumen fijo de aire inspirado tendrá siempre el mismo efecto biológico a nivel del mar que en la altura, por ejemplo ventilar 100 litros de aire por minuto que contenga una concentración de vapores de mercurio de 0.02 mg/m³ a nivel del mar tendrá el mismo efecto tóxico que respirarlo a 4 000 msnm. Sin embargo, debido a la disminución de la presión barométrica existe un incremento compensatorio de la ventilación pulmonar con respiraciones más profundas, que aunadas a la mayor capacidad del tórax condicionan que en la altura el volumen de aire ventilado en unidad de tiempo sea mayor que en el llano. Así a nivel del mar, donde PO2 traqueal es de 149 Torr, desempeñar un trabajo físico estándar [que consuma i.e. 4 litros/min. promedio de oxígeno] requiere ventilar 105 L/min. Para ese mismo trabajo a 3 000 msnm -PO2 traqueal de 100 Torr- el requerimiento es 190 L/min. Por tanto, si medimos el tóxico en peso, la dosis que ingrese en la misma unidad de tiempo será mayor.
Cuando se realice la corrección de los valores de exposición a tóxicos para la altura debemos considerar que las magnitudes que usamos hoy son las vigentes en países desarrollados, quienes los definen para una jornada laboral de 8 horas día en una semana de 5 días, equivalente a 40 horas/semana. Entre nosotros una aplicación técnica y realista pasa por corregir esos valores, primero por tiempo de trabajo a 48 horas/semana, y luego corregirlos para los valores reales condicionados por la fisiología en la gran altura. Sólo entonces estos valores ambientales de exposición serán seguros para el trabajador. La cuestión es desde qué nivel de altitud corregir, pues la recomendación en salud ocupacional congruente con la norma fisiológica es realizar el ajuste cuando la altura sea mayor a 2 500 msnm.
A. CORRECCIÓN DE LOS TLVs PARA TÓXICOS INHALABLES EN EL TRABAJO DE GRAN ALTURA
Como premisa, no se requiere corrección para nivel de altitud cuando se mide el tóxico para compararlo con un TLV si ambas magnitudes se expresan en condiciones volumétricas, partes por millón [ppm], porque ambos valores, el volumen del tóxico medido y los moles de oxígeno en el aire, son constantes a diferentes niveles de altitud, aun cuando el volumen de aire que contenga un mol de oxígeno varíe con la altura.
a. Corrección del TLV por tiempo real de trabajo
La corrección de los TLVs para la duración de la jornada laboral cuando esa es mayor a 8 horas/día/5 días semana se debe hacer llevándolos al tiempo real de trabajo con el método de Brief y Scala. Hoy, además, el Instituto para la Investigación en Salud y Seguridad del Trabajo del Canadá -IRSST- mantiene on line una herramienta útil que permite la conversión directa e inmediata de un TLV-TWA al tiempo requerido.
b. Corrección del TLV para la altura
Para corregir los valores límite en los riesgos por inhalación de tóxicos en la altura, Knight, Dummer y West proponen las siguientes alternativas:
1. Corregir el valor del tóxico correlacionándolo con la altitud, o
2. Aumentar el periodo de recuperación -descanso- de manera tal que el organismo del trabajador tenga mayor tiempo para eliminar en forma natural el tóxico, lo que se consigue aumentando el tiempo libre de exposición entre jornada y jornada.
Para el primer caso Dummer propone recalcular el valor obtenido en la medición en el ambiente de labor aplicando una regla de tres simple: Multiplicar ese valor -ya corregido para el tiempo real de trabajo- por el valor de la PB de nivel del mar y el resultado dividirlo entre el valor de PB del sitio de labor.
Se usa la opción 2 solamente cuando se trata de químicos a los que el organismo fisiológicamente es capaz de detoxificar. Sin embargo este método no es válido en aquellos tóxicos que ingresan al organismo y no se eliminan, p. ej. la Sílice, uno de los químicos de mayor riesgo para la salud, asociado al trabajo minero
c. Corrección del TLV para compensar el factor aumento de la ventilación.
Los TLVs son límites referenciales y empíricos, por tanto al valorar su eficacia siempre considerarlos como tales.
En la gran altura el organismo debe compensar la baja PO2 con mecanismos de aclimatación, de ellos el aumento de la capacidad vital es el principal. Se ha determinado en diferentes grandes alturas que este incremento alcanza el 40%. El hombre andino llega a este por ciento al corregir su ventilación por talla, mientras que en otros lugares el aumento de la frecuencia ventilatoria es el determinante único. Salud ocupacional debe confrontar el hecho que, debido a las modificaciones fisiológicas en la ventilación, la cantidad de un tóxico respiratorio presente en el aire alveolar, peso a peso y en unidad de tiempo, es mayor en la altura que a nivel del mar.
Por tanto, luego de realizar la corrección por tiempo de trabajo, del valor TLV nivel del mar debería restarse ese 40% y el resultado recién ser considerado como VALOR TLV a aplicar para trabajo en la altura.
De esta manera el procedimiento para corrección compensatoria quedaría así:





Esta corrección contaría tanto para el trabajador nativo de la altura [aclimatado], quien ya tiene incorporado este peculiar mecanismo, cuanto para el habitante del llano que asciende a trabajar en lapsos más o menos cortos [generalmente varían entre 1, 4, 7 ó 14 días] para descender luego a su lugar de residencia (ascenso-descenso agudo) Figura 1.
Un acápite final, por la naturaleza inexacta de la ciencia involucrada considerar que al corregir estos límites de exposición el utilizar una fórmula complicada puede resultar innecesario si se tiene en cuenta que la recomendación primaria para el higienista, y el ocupacionista, debe ser realizar el control de cualquier riesgo aplicando el primordial método de eliminar el tóxico del ambiente de labor, lo que obviamente sería suficiente para proteger al trabajador.
B. CORRECCIÓN DE LOS TLVs EN LA POLIGLOBULIA
Si se valora el efecto de los tóxicos que se atesoran o se transportan en el eritrocito, la poliglobulia del hombre en el ande es tan importante como la fisiología respiratoria lo es para los tóxicos que ingresan por inhalación, pues para ese hecho no es igual tener un hematocrito de 39 que uno de 54 ó 60. Sin embargo, en salud ocupacional el campo toxicológico hemático de la altura aún no ha sido suficientemente explorado.
C. EXPOSICIÓN A RUIDO: CORRECCIÓN DE LOS TLVs?
No existe necesidad de ajustar los valores permisibles de exposición al ruido en la altura por cuanto la caída de la PB afecta por igual al sonómetro y al oído humano.
CONSIDERACIÓN FINAL
Al aplicar valores límites de exposición de los tóxicos respiratorios para el trabajo en las grandes alturas es necesario hacerlo técnica y científicamente realizando las correcciones necesarias para mayor tiempo de trabajo y altitud de labor, además de considerar las peculiaridades de la respuesta ventilatoria a esos niveles.
BIBLIOGRAFÍA:
Consultar artículo original en:
Ramírez AV, Exposición toxicológica en las Grandes Alturas: ¿es necesario corregir los Valores Límite Umbral de exposición a tóxicos?. An Fac Med Vol. 72, Nº 1, 2011









Dr. Augusto Ramìrez en trabajos de salud ocupacional en Cajamarca Perú




Augusto Ramirez, Enrique Olivares (QEPD) Director de la Clínica Los Fresnos, Aquiles Monroy, Cajamarca 26 abril 2010. Celebración del Día de la Salud Ocupacional

domingo, 28 de noviembre de 2010

LA ADAPTACIÓN VENTILATORIA EN EL TRABAJO EN LA ALTURA


LA ADAPTACIÓN VENTILATORIA Y LA ALTURA

El proceso por el que aumenta la respiración a grandes altitudes se llama aclimatación o adaptación ventilatoria, el que es un factor decisivo en el mantenimiento del aporte de oxígeno a los tejidos y por tanto en el rendimiento laboral a gran altitud.

El estímulo del aumento de la ventilación en grandes altitudes nace en un órgano llamado cuerpo carotídeo, del tamaño aproximado de una cabeza de alfiler y situado entre las dos ramas de las arterias carótidas del cuello.

Cuando la presión de oxígeno en la sangre arterial disminuye, las células quimiorreceptoras, del cuerpo carotídeo registran el descenso y aumentan la frecuencia y profundidad de la respiración mediante una serie de vías nerviosas complejas, que actúan sobre el diafragma y los músculos de la pared del tórax.

El resultado es un aumento del aire ventilado por los pulmones, lo que trae consigo un ascenso de la presión de oxígeno.

Cuando una persona respira oxígeno o aire enriquecido con oxígeno, se produce el fenómeno contrario.



Factores que participan en la ventilación en trabajadores que ascienden a la altitud
Mecanismo de Adaptación o Aclimatación respiratoria

La producción de energía requiere oxígeno y cuando el aporte de éste a los tejidos disminuye (hipoxia), su función puede deteriorarse.

Inmediatamente después del ascenso a una gran altura aumenta la ventilación. El incremento de la respiración produce mayor excreción de dióxido de carbono (anhídrido carbónico, CO2) en el aire espirado. La presencia de CO2 en los tejidos del cuerpo crea acidez en los medios acuosos, y con su ausencia (mediante la espiración), los líquidos orgánicos, incluida la sangre, se hacen más alcalinos, lo que altera el equilibrio ácido-base del organismo.

El CO2 regula la respiración en sentido opuesto al oxígeno. Así, cuando la presión de CO2 aumenta, la ventilación también lo hace; y cuando aquél disminuye, la ventilación disminuye también. Al llegar a una altitud elevada, el organismo para poder mantener constantes a la vez la presión de oxígeno y el equilibrio ácido-base necesita muchas horas, e incluso días.

Otra de las formas de restablecer el equilibrio es la excreción de bicarbonato por el riñón, formando una orina alcalina que compense la pérdida respiratoria de acidez y contribuya a recuperar los niveles propios del nivel del mar. La excreción renal de bicarbonato es un proceso relativamente lento.

Un nativo de una zona situada a nivel del mar necesitará de tres a cinco días para aclimatarse a 3000 msnm.(metros sobre el nivel del mar), a 4300 msnm. se requiere de siete a diez días. Mientras que a altitudes superiores a 6000 y 8000 msnm., si es que la logra, son necesarias seis semanas o más.



Respuesta Individual a la Hipoxia
Días requeridos para la aclimatación completa según la altitud
El tiempo necesario para lograr la aclimatación o adaptación ventilatoria varía de unas personas a otras. Una de las razones más importantes es la gran variación que existe entre los individuos en su respuesta a la hipoxia.

Las variaciones de la aclimatación o adaptación dependen también de otros factores, como la variabilidad de la magnitud de la depresión respiratoria, de la función del centro respiratorio, de la sensibilidad a los cambios del equilibrio ácido-base y de la capacidad renal para excretar bicarbonato.



El sueño

La mala calidad del sueño, es un factor que puede afectar al rendimiento laboral. Durante el sueño la ventilación disminuye y también la capacidad respiratoria para responder a los bajos niveles de oxígeno y a los altos de CO2. Asimismo, descienden la frecuencia y la profundidad de la respiración.

La interrupción periódica de la respiración durante las primeras noches que siguen al ascenso a una gran altura es un fenómeno común. Se experimenta un período de apnea (paralización de la respiración) de 15 a 30 segundos, seguido de varias respiraciones profundas que a menudo despiertan a la persona durante unos instantes.

La presión arterial de oxígeno a veces desciende en los períodos de apnea hasta niveles alarmantes. Debido a las repetidas ocasiones en que el sujeto se despierta, la calidad del sueño es deficiente, por lo que, aunque el tiempo total de sueño haya sido el normal, la persona se levanta con la sensación de haber pasado una noche inquieta o de no haber dormido. La administración de oxígeno elimina el ciclo de estimulación hipóxica y la inhibición alcalina anula la respiración periódica y restablece el sueño normal.



Exposición crónica intermitente a la altitud en trabajadores

Trabajador minero descansando
Existen situaciones de trabajo, especialmente en la minería de Los Andes peruanos que exigen trabajar varios días a altitudes superiores a 3000 msnm. y a pasar después varios días en su casa, a nivel del mar. Los horarios de trabajo son variables (10 a 14 días) y un número de días (4 a 7) a nivel del mar.

Es recomendable evaluar los intervalos necesarios para lograr la aclimatación y para perderla y también prestar atención especial al bienestar del trabajador y su rendimiento laboral al llegar a la altura y durante uno o dos días después.

Es necesario valorar la fatiga, el tiempo necesario para llevar a cabo tareas rutinarias y no rutinarias y los errores cometidos. También los empleadores deberían elaborar estrategias para reducir al mínimo el tiempo necesario para la aclimatación y para mejorar el rendimiento durante las horas de vigilia.

Quizá el problema más importante es la disminución del rendimiento cognitivo los primeros días de reingreso a la altitud que pueden repercutir en errores, fallas y hasta en el incremento de los accidentes laborales. En este tema la Sociedad de Minería Chilena y el estado actualmente están poniendo especial interés en evaluar este tema con seriedad científica.



La Altura NO es una Contraindicación Para el Trabajo

"Contratista Froilán Vega con sus Chanquiris". Foto del genial huancaino Sebastían Rodriguez, contratas mineras, siglo 20
En el Perú el 2010 el estado ha normado (Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería) que los trabajadores que van a laborar en las minas encima del los 2500 msnm. prohibe en forma empírica subir a la altura a mujeres embarazadas, post operados, obesidad, etc, sin tomar en cuenta que el más del 28 % de la población peruana vive a niveles superiores a 2500 metros y que como a nivel del mar tienen toda la patología imaginada y que también es una realidad que las personas se desplazan periódicamente del nivel de altura al llano y viceversa sanas o con enfermedades.

Esto demuestra que aún existe un desconocimiento de la fisiología y la patología de la altura que plasmada en leyes impedirá en el futuro acceder al trabajo a muchas personas y ese no es el objetivo. El objetivo es prevenir y proteger la salud de los trabajadores y no impedir el trabajo.

En otro artículo publicaremos las reflexiones de los científicos bolivianos sobre los beneficios de la altura, los tabúes aun existentes y las afirmaciones erradas sobre la vida a gran altitud.

Basado en Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo: John Reeves y John Weil

Dr. Aquiles Monroy

domingo, 31 de octubre de 2010

EL TRABAJO EN LAS GRANDES ALTITUDES

Mineros Peruanos saliendo de entrada de mina (Foto MINEM)


El Trabajo en la Gran Altitud Demanda un Mayor Consumo de Oxígeno

En los países andinos un gran porcentaje de la población vive y trabaja en altitudes superiores a 3000 metros. En el Perú casi la totalidad de las empresas mineras, el transporte, la agricultura y muchas otras industrias comprometen el esfuerzo de muchos trabajadores quienes expuestos a grandes altitudes son exigidos física y mentalmente. Más aun, el estado está estimulando la constitución de nuevas empresas disminuyendo los impuestos a aquellas que se formen encima de 3000 metros sobre el nivel del mar (msnm).

Todas estas actividades demandan que el trabajador consuma una mayor cantidad de oxígeno. A medida que se gana altura sobre el nivel del mar, la presión total del aire (presión barométrica) y el contenido de oxígeno del aire ambiental van disminuyendo gradualmente y con ellos el rendimiento del trabajo.

Estos son principios ya aceptados que afectan a los lugares de trabajo. Se ha comprobado por ejemplo, que el tiempo necesario para hacer un túnel en Colorado, a 3300 msnm, fue un 25 % mayor que el que llevó a hacer una obra equivalente a nivel del mar y que los efectos de la altitud contribuyeron al retraso (Reeves J. et al en Enciclopedia de Seguridad y Salud en el Trabajo).

No sólo es mayor la fatiga muscular, sino que la función mental también se deteriora. La memoria, la capacidad de cálculo, la precisión y la capacidad en la toma de decisiones y la capacidad de juicio también se alteran. Los científicos que trabajaban en el observatorio de Mona Loa, en la isla de Hawai, a una altitud superior a 4000 msnm observaron que necesitaban más tiempo para hacer las operaciones de cálculo y que cometían más equivocaciones que cuando estaban a nivel del mar.

Un factor decisivo en el rendimiento profesional a gran altitud es el mantenimiento del aporte de oxígeno a los tejidos. Los humanos tenemos mecanismos compensatorios contra los estados de baja concentración de oxígeno (hipoxia). El más importante es el aumento de la frecuencia respiratoria, que comienza cuando la presión de oxígeno en la sangre arterial disminuye (hipoxemia) y que se encuentra a todas las altitudes superiores al nivel del mar, se incrementa progresivamente al aumentar la altitud y es nuestro mecanismo de defensa más eficaz contra los bajos niveles de oxígeno en el medio ambiente.

El proceso por el que aumenta la respiración a grandes altitudes se llama aclimatación ventilatoria que revisaremos en otro artículo.

Una persona no aclimatada tiene pocas probabilidades de sobrevivir a altitudes superiores a 6000 msnm, mientras que los alpinistas aclimatados o adaptados pueden llegar a la cumbre del Everest (8848 msnm) sin suministro alguno de oxígeno.




La Rinconada, 5400 msnm, 11 000 habitantes, pueblo minero en San Antonio Putina, Puno, Perú (Marco Gamarra-El Comercio-GamaPerú)

Así en trabajadores sanos que van a laborar en la altura tenemos cuatro grupos:

1.- Los nativos de la altura que viven en la altura y están adaptados realizan su actividad laboral en la altitud en forma normal.

2.- Los nativos del nivel del mar que viven y ya están adaptados a la altura también realizan su actividad laboral en forma normal.

3.- Los nativos del nivel del mar que van a trabajar a la altura en quienes la aclimatación ventilatoria es el mecanismo adaptativo compensatorio.

4.- Los nativos del nivel del mar o de la altura que tienen exposiciones intermitentes a la altura por razones de trabajo. En esta condición cada vez más frecuente (trabajan en la altura y van de días de descanso a su hogar a nivel del mar), la aclimatación ventilatoria es intermitente y más rápida.

El tiempo necesario para lograr la aclimatación ventilatoria, y la magnitud de ésta, varía de unas personas a otras a una altitud dada y también depende de la magnitud de la propia aclimatación conseguida. Una de las razones más importantes es la gran variación que existe entre los individuos en su respuesta a la hipoxia.


Dr. Aquiles Monroy