ADAPTACIÓN Y ACLIMATACIÓN
Nosotros en una anterior entrega de este blog: “EL HOMBRE DE LA ALTURA TOTALMENTE ADAPTADO? diferenciábamos aclimatación y adaptación, refiriéndonos en el primer caso a los mecanismos adaptativos incompletos en el hombre que nace y vive en los Andes sudamericanos quien está morando aquí unos 14 000 años; y en el segundo caso (Adaptación) a los mecanismos adaptativos de quienes residen en esas altitudes más de 500 000 de años en los Himalayas (como los Sherpas).
En el Acta de las Primeras Jornadas de Medicina y Cirugía de la Altura, 1978, una publicación pionera sobre la Medicina de la Altura, organizada por el Cuerpo Médico del Hospital de Chulec de La Oroya, cuyo comité organizador estuvo presidido por el Dr. Nelson Vidal La Torre, hemos encontrado una acuciosa revisión sobre la adaptación y la aclimatación.
Saludo del Dr. Alberto Hurtado en el prólogo del libro
Dr. Marco Tulio Velázquez, fisiólogo, maestro sanmarquino e investigador de la Medicina de la Altura
“…..Cuando se repara en el vocabulario que usamos diariamente parece ser que en tanto es posible hablar de adaptación y aclimatación del individuo, no es propio hablar de aclimatación de la población.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua dice: Adaptación, proceso por el que un animal se acomoda al medio ambiente y a los cambios de éste. Aclimatación, hace que se acostumbre un ser orgánico a un clima diferente temple y condiciones al que le era habitual.
Es decir que castizamente, el término Aclimatación parece definitivamente propio de los procesos que suceden en un ser vivo cuando cambia de ambiente y Adaptación a los procesos que permiten al ser vivo acomodarse al medio ambiente en que vive o a los cambios de éste.
El segundo es pues un término más genérico desde un punto de vista estrictamente semántico, lo cual puede no ser importante. Lo que importa es saber si conviene a un mejor entendimiento alterar la equivalencia semántica, quizá por su falta de flexibilidad para adaptarse a los fenómenos biológicos y poblacionales; y solo entonces adoptar otro significado para cada término o agregar términos que puedan definir mejor determinadas condiciones (por ejemplo aclimatación, habituación, aptitud, etc.)
Con todo el respeto que me merece la figura singular de Alberto Hurtado, no creemos que el calificar a la aclimatación como “natural” y “adquirida” agregue algo a la comprensión del fenómeno. Y si en cambio, creemos que agrega una expresión más a la confusión de términos existentes.
En primer lugar porque extiende inadecuadamente el significado de “clima” a aspectos que le son ajenos como los socioculturales y en segundo lugar porque pone el peso de la aclaración en los calificativos cuando la distinción la esclarece la Academia de la Lengua en los sustantivos. En ningún momento ni Hurtado ni ningún otro investigador ha establecido la distinción entre “aclimatación natural” tal como él la define y “adaptación”. Nosotros nos pondríamos detrás de esta o de cualquier otra nomenclatura, por bizarra que pareciera, si de la comparación los términos usados en biología y antropología, emergiera una clarificación de los conceptos.
En alguna oportunidad he afirmado que una de las dificultades de comprensión del problema que con frecuencia tenemos deviene de una falta de acuerdo sobre el valor semántico de los términos que usamos. Y los primeros de todos los de adaptación y aclimatación; un somero análisis que no servirá probablemente para otra cosa que para justificar el porqué quien le habla, usa el término “adaptación” y no aclimatación al juzgar a los nativos.
Es evidente que el término adaptación ha sido utilizado en las ciencias biológicas y sociales en forma desaprensiva y equívoca. Indudablemente el término relaciona organismos, medio ambiente y variaciones ambientales y se refiere a los ajustes ventajosos y beneficiosos para la supervivencia y el bienestar de un organismo en un determinado ambiente: la adaptación genética es la parte de aclimatación que se refiere al ajuste fenotípico a las condiciones ambientales y puede definirse en términos de tiempo. Folk ha discutido la nomenclatura y extrae que el término adaptación debe ser usado como genérico y que el uso de la aclimatación para describir ajustes a través de generaciones, casi sinónimo de adaptación genética, es totalmente inadecuado.
Es enorme la confusión que ha resultado de aplicar nociones de adaptación de las poblaciones (tales como la selección) a la adaptación individual o extrapolar las de adaptación individual a las poblaciones. Y la aclimatación no puede referirse a las poblaciones sino a los individuos dentro de las poblaciones; se refiere a respuestas biológicas individuales; es el ajuste de un organismo a otro ambiente que no es el suyo. Se aclimatan los individuos, no las poblaciones…..”
En conclusión, después de revisar las explicaciones semánticas del Dr. Marco Tulio Velásquez, en este blog estamos de acuerdo en adelante usar el término ADAPTACIÓN para explicar los mecanismos de acomodación fisiológica en la altura en los nativos.