“El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son y de las que no son en cuanto no son”.
Protágoras de Abdera 458-411 a.C.
Mineros en la altura
Augusto V. Ramírez, American College of Occupational and Environmental Medicine.
Antropometría es la ciencia que trata de las medidas del cuerpo humano principalmente las que se refieren a su tamaño, al tamaño de sus segmentos, formas, fuerza y capacidad de trabajo y es una de las bases fundamentales de la ergonomía. Ergonomía es una técnica de aplicación práctica, interdisciplinaria y fundamentada en investigación científica, cuyo objetivo es la optimización integral de los sistemas Hombre-Máquina compuestos por uno o más seres humanos que realizan una tarea cualquiera con ayuda de una o más máquinas. “Máquina” aquí es un término genérico aplicado a todo tipo de equipos, herramientas, máquinas industriales propiamente dichas, vehículos, computadoras, electro-domésticos, etc.
En este contexto la ergonomía usa los datos antropométricos para diseñar espacios de trabajo, herramientas, equipo de seguridad y protección personal considerando las diferencias entre las características, capacidades y límites físicos del cuerpo humano. Actualmente los estudios ergonómicos están orientados al control de los riesgos laborales originados por la no adaptación de los equipos de trabajo a las medidas del ser humano, se sigue que la antropometría es la determinante de las condiciones ergonómicas y por tanto los estudios antropométricos deben referirse a una población específica, de ahí nuestro interés por conocer las medidas de la población trabajadora andina.
Los antepasados de nuestro actual hombre andino han vivido a más de 4 000 msnm no menos de 10 000 años, hábitat que supone ante todo condiciones hipóxicas de sobre vivencia. Esta larga permanencia en las cumbres andinas les ha llevado a una aclimatación exitosa y tareas que demanden esfuerzo físico vigoroso o actividad intelectual las realizan con igual eficacia que un trabajador del llano.
La población peruana actual es mestiza y étnicamente está constituida por diferentes grupos: nativos (45%), mestizos-nativos con ancestros de europeos (37%), blancos (15%), negros, japoneses, chinos y otros (3%). A pesar de la predominancia de nativos y mestizos nativos, son muy escasos los estudios antropométricos del trabajador peruano y menos de nativos andinos que constituyen la población laboral mayoritaria en la minería del Perú.
Nuestras poblaciones nativas andinas han sido estudiadas desde el siglo XIX, al principio fueron antropólogos y biólogos y luego los fisiólogos. El interés aún hoy es grande por que el continente americano desde su descubrimiento representa, en el real sentido de la palabra, un "mundo nuevo" poblado muy recientemente por hombres provenientes de Asia que cruzaron el estrecho de Behring en grupos pequeños.
Vellard, citado por Spielvogel sostiene que América se pobló en sucesivas migraciones y mediante olas de dos grupos de poblaciones. Unos se asentaron circunvecinos al lago Titicaca por lo que les llama Paleoamerindios “Láguidos” y cuyos descendientes actuales son los Uros. Al otro grupo, Neoamerindios, Vellard los divide en Altiplánidos y Ándidos. Los Altiplánidos, Kollas, forman el Tiahuanacu, hablan el Aymará y se asientan en la hoy Bolivia. Los Ándidos, más al noroeste forjan el imperio Inca e imponen el Quechua como lengua. Al final y como resultado de estos inicios migratorios ambas poblaciones andinas permanecen aisladas en la altiplanicie de sur América hasta bien entrado el milenio anterior, cuando los Incas inician su expansión llegando primero a tribus circunvecinas, luego a toda la región andina, a la franja costera de Sudamérica e inclusive a parte de nuestra selva amazónica.
Muchos de los estudios en nativos del ande peruano realizados desde fines de s. XIX demostraron ya que, su perímetro torácico y la capacidad de sus pulmones eran mayores que los del hombre del llano. Otro punto interesante y significativo es su menor talla respecto del habitante de la costa. La explicación aceptada es que la menor talla está relacionada con una maduración retrasada mientras que el aumento del perímetro del tórax y la capacidad pulmonar resulta de una adaptación funcional a la difícil respiración en nuestra gran altura, mecanismo adaptativo que por cierto sería diferente del nativo de otras alturas como las del Himalaya.
Por estas cuestiones de adaptación el hombre andino tiene un modelo somático diferente al H. sapiens del llano, pues la necesidad de residir en la altiplanicie andina le lleva a desarrollar características propias que le permitan vivir en esas condiciones ambientales particulares. El ambiente andino, y el tiempo, le han dejado entre otras huellas, la amplitud del tórax, la forma del tronco y su talla. Respecto a definir quiénes son los adaptados a vivir en los Andes, grandes fisiólogos peruanos del hombre de altura con Monge Medrano en primer lugar, han sentenciado “Nuestra experiencia nos ha llevado a plantear que la óptima calidad de aclimatación a ‘las alturas habitables’ se encuentra en nativos indígenas, apegados a su estilo de vida ancestral”.
Siendo diferente como es el hombre andino, fundamental es conocer literalmente cuánto mide. Pero entonces nosotros, peruanos y mineros conocemos cuánto mide en el amplio sentido de la palabra el hombre de nuestros Andes? Indudablemente cualquier respuesta queda corta y por eso nuestra investigación en un grupo representativo de trabajadores minero-metalúrgicos de los andes centrales del Perú pretende desvelar, en medida inicial, estas interrogantes lo que nos servirá de guía para aplicar un sistema ergonómico básico.
Nuestro estudio de carácter observacional y prospectivo lo realizamos con protocolo propio en el Departamento de Medicina Ocupacional y en los hospitales mineros de Cerro de Pasco, Casapalca, Morococha y Yauricocha de la Empresa Minera del Centro del Perú S.A., en el lapso 1 984 - 1 994. Como resultado de esta investigación conocemos ahora las magnitudes de las líneas antropométricas fundamentales y los parámetros ergonómicos de mayor significado para el trabajador minero nativo de los andes centrales del Perú. Confirmamos, además de la conocida amplitud de su tórax, que en el grupo de 21 a 60 años la talla promedio es de 158.4 cm. y que su peso está en el rango de 50.4 a 71.5 K. Estos hallazgos nos permitirán, entre otras cosas, adecuar la máquina a nuestros trabajadores, mejorando así sus condiciones de labor. Sin embargo el campo de investigación ergonómica en el trabajador de altura aún es vasto.
DESCRIPCION DEL ESTUDIO
El estudio se desarrolló en el lapso 1 984 - 1 994 en el Servicio de Salud Ocupacional de CENTROMIN PERU, La Oroya y en 4 de sus hospitales mineros. La evaluación la iniciamos en 1 984 y fue realizada concomitante al examen médico ocupacional que a cada uno de los trabajadores se le practica periódicamente de acuerdo a la ley de minería. El año de 1994 la concluimos.
Diámetros y Perímetros usados
Desde la época colonial, el Perú es un país minero por antonomasia y la minería es su actividad industrial básica. Las operaciones mineras se encuentran ubicadas entre 3 000 y 5 000 msnm, zonas denominadas por cuestiones fisiológicas como de las grandes alturas. Por tanto quien trabaja en minería es el hombre andino, es decir el ser humano adaptado a vivir en condiciones fisiológicas diferentes del humano del llano.
La minería tradicional peruana que en su mayor parte data de minas y laboreos coloniales se ubica, sin ser excluyente, en los departamentos de Junín, Cerro de Pasco, Huancavelica, sierra de Lima, Ancash, y en menor grado La Libertad, Arequipa, Puno y Cuzco, zonas que a su vez en la altiplanicie delimitan al grupo étnico quechua diferenciándolo del grupo aymará que vive más allá de los 3° 30’ de latitud sur y del grupo quechua-mestizo, cuyo hábitat está más acá de los 9° 31’ de latitud sur en los departamentos neo-mineros de Cajamarca y Piura, que tiene mayor proporción de mestizaje con blanco español.
A pesar que la minería es la primera contribuidora al PBI peruano, para cuidar la salud de los trabajadores mineros no tenemos Tablas Antropométricas establecidas, que nos ayuden a afrontar los desafíos ergonómicos que la nueva etapa de la modernidad del trabajo ha comenzado a plantearnos desde el último cuarto del siglo pasado principalmente en lo referido a evaluación o diseño de puestos de trabajo, y más, hoy en día ya no cabe ninguna duda que estas Tablas son el método más preciso para conocer las dimensiones corporales de un grupo humano.
Por estas premisas en el Perú tenemos necesidad apremiante de investigar, actualizar o complementar las medidas antropométricas de nuestra población laboral en general, pues hasta hoy para tomar alguna decisión ergonómica o inclusive fisiológica, nos basamos en tablas antropométricas que “estiman” las dimensiones del cuerpo de nuestros trabajadores "derivándolas" de tablas de poblaciones extranjeras.
Nuestra investigación privilegia una visión holística del problema frente a datos sueltos del hombre de altura estudiados fragmentariamente por diversos autores, principalmente fisiólogos, que por necesidad de su investigación deben valorar algunos parámetros aislados.
Los resultados de nuestro estudio confirman los datos de Frisancho, Campos e Iglesias y puntualizan, entre otras magnitudes, que el trabajador minero de los Andes centrales del Perú mide en promedio 158.4 cm. con valores extremos (VE) de 151.2 y 169.5, tiene un peso medio de 58.7 Kg. (VE = 50.4 y 71.5), que su perímetro torácico en inspiración forzada va de 99.7 a 108.6 con una media de 105.3 centímetros y que su perímetro craneal tiene un promedio de 56.08 cm., valores concordantes con otros estudios peruanos dispersos y con lo encontrado por Santolaya y Blume en trabajadores andinos de Chile.
Y aunque no es objetivo del estudio, si comparamos nuestros resultados, con los de poblaciones masculinas de trabajadores del llano de otros países encontramos diferencia en las dimensiones antropométricas pues éstas son mayores que los de nuestra población andina, es más, sucede igual con poblaciones laborales que pudiésemos tener como similares, colombianas o mejicanas por ejemplo, por lo que nuestros datos concuerdan con anatomistas y fisiólogos peruanos estudiosos del hombre andino.
La caracterización antropométrica fundamental del trabajador minero andino resalta sus dimensiones propias, que lo hacen ser de un modelo humano diferente.
Estos resultados obligan a realizar investigaciones integrales en el campo de la antropometría y ergonomía del trabajador peruano a fin de mejorar su calidad de vida por una mejora efectiva de sus condiciones de trabajo.
El estudio debería ampliarse a todos los grupos nativos y residentes de las grandes alturas en asentamientos mineros y no mineros.
Consultar el artículo original en Anales Facultad Medicina:
A. V. RAMÍREZ, Antropometría del Trabajador Minero de la Altura. An Fac Med Lima 2006; 67(4). Lima.
AGRADECIMIENTO
A mi ex empresa CENTROMIN PERU S.A. por el apoyo incondicional en la realización de esta larga investigación. Igualmente, y no menos importante, el agradecimiento a mis recordados maestros doctores Federico Má A. y César Mayor B. (†) y en fin, a todos y cada uno de mis compañeros de trabajo en CENTROMIN, en el Hospital de Chulec y en el Departamento de Medicina de Ocupacional, La Oroya.
Augusto Ramírez en trabajo de campo