miércoles, 27 de julio de 2011

EL INTERNADO DE MEDICINA EN CHULEC EN 1961

1961, Internos de Medicina en el Frontis del Hospital de Chulec: Augusto Chavez Condemarin (sentado), Juan Garro, César Alvarez Ruiz, Luis Pereda y Eduardo Gonzales. El que tomó la foto fué Pedro Che León.

Interno César Alvarez Ruiz 1961, pronunciando un discurso, al lado doctor César Lopez

Interno Luis Pereda, Pediatra doctor César Lopez y César Alvarez Ruiz recibiendo su diploma




DESDE PENNSYLVANIA EL DOCTOR CESAR ALVAREZ RUIZ RECUERDA EL INTERNADO DE MEDICINA EN CHULEC EN 1961
El primero de abril de 1961, 6 estudiantes de medicina de la Facultad de San Fernando, Universidad de San Marcos, iniciaron el internado en el Hospital General de Chulec, La Oroya.
Uno de aquellos fui yo. Tenemos muchos recuerdos de ese internado; ellos inundan nuestra mente y golpean nuestros corazones frecuentemente. A primera vista mirando las fotografías del presente Chulec me parece que ha cambiado mucho. Esto no es cierto, con un examen más detenido veo que los colores y la arquitectura son diferentes pero la tradición es la misma y los rasgos físicos, con su gigantesco cerro detrás del Hospital y el río Mantaro, siguen allí.
En el sexto año de medicina los estudiantes tratan de conseguir un internado en un hospital de calidad con buena educación y un salario adecuado. Teníamos muy buenas referencias del Hospital de Chulec, especialmente por la calidad de la educación y por la investigación científica relacionada al efecto de la altura en el organismo humano. Nunca había viajado a la sierra, nunca conocí sus montañas, pero basado en la lectura de prestigiosos autores peruanos que narraban con belleza el Ande peruano, mi admiración comenzó allí. El Hospital de Chulec era el sitio ideal para mí. Una entrevista con el doctor Lundburg, médico director, fue exitosa. El hospital mismo y su gente me impresionaron mucho. Ansiosos esperábamos la respuesta que no tardó en llegar. Seis estudiantes recibieron cartas de aceptación. Ellos fueron Augusto Chávez, Pedro Che León, Juan Garro, Eduardo Gonzales, Luis Pereda y yo.



Los 6 internos de Chulec 1961, con el cirujano Dr. Víctor Maccagno. De izquierda a derecha: Gonzales, Che León, Alvarez Ruiz, Chavez, Pereda y Garro. A la derecha casi saliendose del cuadro está el Dr. Alzamora, gineco-obstetra



En Chulec aprendimos a perfeccionar nuestras responsabilidades, aprendimos a ser muy humanos con nuestros pacientes escuchando sus dolores y sus penas. Los mejores maestros fueron los pacientes mismos y los médicos. Aprendimos a cumplir con la “Hora Americana”, dejando a un lado la “Hora Peruana”. El doctor Hellriegel era el encargado de hacer cumplir esa doctrina; sus experiencias en la segunda guerra mundial le daban una autoridad suprema.
En Chulec aprendí a comer perros calientes y hamburguesas, ir a la cama temprano para levantarse temprano y estar en el trabajo a las 8 en punto. Aprendí el significado de los feriados y muchas costumbres Americanas. En ese año se cristalizaron mis sueños de viajar a los EE UU.
El hospital tenía un grupo de médicos y cirujanos muy competentes, algunos de renombre internacional. Todos ellos sin excepción se esforzaban por enseñar y garantizar nuestro aprendizaje. No olvidamos nunca la excelencia quirúrgica de los cirujanos Hellriegel y Maccagno o de la maestría clínica de los médicos Lundburg y Barrientos. Y nadie olvida la sabiduría de los pediatras César López y Enrique Olivares. Y los demás no se quedaron atrás, siempre ayudaron. Un equipo de enfermeras brillantes trabajaba en el hospital; su habilidad para ayudar a los pacientes era superior, su cooperación con médicos e internos fue impecable. Yo pensaba que allí teníamos lo mejor de lo mejor.
Los momentos más duros fueron al final, en el mes de marzo. Era el momento de la partida. El tiempo pasó muy rápido, me parecía. Solamente había una posibilidad: hacer nuestras maletas y viajar de regreso a nuestros hogares. Los nuevos internos esperaban ansiosos para entrar en el hospital y comenzar su internado. Y dejamos Chulec para siempre.
De los 6 internos, 3 viajamos a EE UU y nos radicamos allá de por vida, Juan Garro en Washington DC, Eduardo Gonzales en New Jersey y yo en Pennsylvania.
Cesar Alvarez Ruiz MD, julio 2011






COMENTARIO
El Hospital de Chulec de La Oroya Perú, desde 1921 ha tenido el honor de tener en su seno a cientos de médicos de los más destacados del Perú. Ha sido el hospital referencial del centro del Perú bajo tres administraciones: hasta 1974 bajo la Cerro de Pasco Corporation de los Estados Unidos, desde 1974 hasta 1997 con la empresa estatal peruana Centromin Perú y desde octubre de 1997 con la americana Doe Run Perú.
Siempre ligado a la metalurgia y la minería, siempre privado y al servicio de los trabajadores y sus familias de La Oroya y la región central del Perú llegando a tener 250 camas, atender a más de 120,000 personas y con 8 hospitales periféricos. Sin embargo los cambios políticos y las decisiones administrativas han ido disminuyendo progresivamente su capacidad de atención y en los últimos tres años ante la posibilidad de su extinción es que ha salido a la luz el presente blog que es como una añoranza a los años pasados, un recuerdo de los que hemos pasado por esta gran escuela médica de enseñanza y de servicio médico, donde los que hemos trabajado, como 30 años, hemos dejado siempre huella y donde Chulec ha dejado también huella en nuestros corazones por el sistema tan disciplinado de trabajo que siempre ha tenido y la afectividad que ha creado entre quienes hemos compartido en el trabajo.
Como centro de enseñanza ha tenido siempre entre sus internos a los más brillantes estudiantes de Medicina de Lima, quienes escogían a Chulec como uno de los mejores hospitales para culminar su formación por la calidad del hospital y de sus médicos docentes.
Así este blog ha logrado ser una fuente de expresión no solo de los aspectos médicos con los que ha contribuido el Hospital de Chulec al conocimiento de la Medicina de la Altura, sino también ha permitido que médicos como el Dr. César Alvarez Ruiz desde los Estados Unidos de América se vincule con nosotros y pueda hacernos conocer en varias entregas -esta es la primera-, sus experiencias como interno de medicina en el Hospital de Chulec en 1961. ¡ Hace 50 años !... Gracias César. Estamos muy honrados y agradecidos con tus aportes por enriquecer este medio de expresión y por las fotos tan maravillosas que emocionarán a nuestros lectores y que creemos servirán para que otros ex médicos e internos de medicina sigan tu ejemplo.
Aquiles Monroy MD

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